Jul 01

¿Cómo financiar un proyecto de emprendimiento?

Si emprendiera de nuevo, este aspecto lo enfrentaría de una forma muy distinta a como lo hice la primera vez que emprendí.

En ese momento tenía 24 años. Tuve la suerte de estar en una etapa de mi vida en que no necesitaba prácticamente nada de dinero para mi vida personal. Vivía con mis padres y con 200 dólares mensuales podía vivir perfectamente.

Emprender a los 24 años tiene sus ventajas y desventajas.

La mayor ventaja es el poco stress económico que puedes tener si tienes la suerte, como yo la tuve, de tener una familia que se sustenta económicamente.

La mayor desventaja es que no tienes nada de experiencia. Cuando comencé a emprender, no sabía ni la diferencia entre una boleta y una factura.

Luego de pasar los años y ver cómo ha ido evolucionando el ambiente emprendedor al menos en Chile, me he dado cuenta que ahora existen mecanismos para emprender sin tener un riesgo económico tan grande. Muchas personas de más de 35 años, que ya tienen familia, me han dicho que en el momento que están de sus vidas es muy difícil emprender. Me dicen: “tengo muchos compromisos económicos, gastos importantes para mantener a mi familia, un costo de oportunidad gigantesco al dejar un trabajo tan bien remunerado como el que tengo…

Este post va justamente dirigido a ellos, a los potenciales emprendedores de más de 35 años que ya tienen una familia que mantener.

Lógicamente emprender tiene un riesgo, pero no tiene por qué ser un riesgo “descontrolado”. Emprender a los 35 años o más tiene tres grandes ventajas.

1) La experiencia

2) Los contactos de negocios creados en los últimos 10 años de trabajo.

3) Los conocimientos logrados en el área en que se ha trabajado.

Si yo fuera un empleado de una empresa y tuviera una idea de emprender, buscaría financiamiento de inmediato, incluso antes de salirme del trabajo. Esa es la primera etapa del proyecto. Voy a enumerar las fases que tiene un emprendimiento común y enlazarlas con el tipo de financiamiento (si fuera necesario) que se puede obtener en cada momento.

Fase 1) de creación de la idea. Esta es la fase en donde se te ocurrió la idea, probablemente en la noche, en la ducha, en un restaurante con tus amigos, casi siempre al detectar que algo no funciona como debería funcionar o que se podría hacer mejor. En este momento se prende la imaginación y crees que la idea puede llegar a ser algo grande. Ahí hay que validarla con tus amigos y familiares. Recuerda que siempre te dirán “pero esto…” o “pero lo otro” (hablé sobre esto en mi post tips y consejos para emprendedores). Evalúa sus aprensiones y si sigues convencido sigue adelante con tu idea.

Hasta el momento llevamos $0 costo de financiamiento y muy poco tiempo dedicado

Fase 2) Validación numérica de la idea. Luego de validar que la idea puede ser buena, hay que ponerle números a la idea. En esto recuerda que si no es la pasión de tu vida… tiene que ser un negocio que sea potencialmente muy rentable… si no cumple con al menos una de estas características, deséchalo de inmediato.

Esta fase debe terminar con un archivo Excel bien armado en donde se estiman las ventas, el margen directo, los costos fijos y variables, etc. Algunos de estos números pueden tener suspuestos, los cuales deben ser especificados en el Excel. Una de las hojas del Excel debe contener el flujo de caja proyectado, el cual lógicamente no tiene que ser exacto, pero dará una idea al emprendedor y los futuros inversionistas del potencial financiero de invertir en el proyecto. Recuerda que tal como el inversionista invierte su dinero, tu como emprendedor estás invirtiendo tu tiempo que es el bien más preciado de todos… por lo tanto si el Excel no convence y no es la pasión de tu vida, desecha la idea de inmediato.

Hasta el momento necesitas $0 y unas 15 horas de trabajo 

Fase 3) Crear un plan de negocios. Aquí a la gente que quiere emprender ya le da un poco de miedo. Piensan… ¿cómo se hace un plan de negocios? Y comienzan a buscar en Internet cómo se hace para encontrarse con miles de sitios que ofrecen una solución distinta. En mi opinión el plan de negocios no debiera tener más de 5 a 10 páginas. Las secciones que debe tener un plan de negocios son 8:

    1. Resumen Ejecutivo: resumen de las siguientes secciones en menos de una página.
    2. Descripción del equipo emprendedor: experiencia, características personales, etc. (no más de una página)
    3. Necesidad que se intenta satisfacer (no más de una página)
    4. Descripción de la solución: (no más de una página para describir el producto y/o servicio a ofrecer)
    5. Descripción del tamaño de mercado potencial (no más de una página y consiste en indicar cuantos son los clientes potenciales del servicio y/o producto, ya se debe haber hecho en la etapa 2 y debiera estar en el Excel)
    6. Descripción del modelo de ganancia de dinero (no más de una página y consiste en indicar el precio promedio de venta, el margen promedio y los costos fijos y variables; ya se hizo en la etapa 2 y debiera estar en el Excel)
    7. Fases de ejecución del proyecto (no más de dos páginas, en esta sección se debe hablar del financiamiento… lo explicaré a continuación en detalle)
    8. Flujo de dinero proyectado: un resumen del Excel hecho en la etapa 2.

La sección “G” del plan de negocios es clave. Un proyecto de emprendimiento debe necesariamente pasar por las siguientes 6 fases de ejecución. En la siguiente tabla vemos que sólo las últimas 3 necesitan financiamiento y son esas 3 últimas fases (4°, 5° y 6°) las que se ponen en el sección “G” del plan de negocios (las fases 1 a 3 ya las hizo el emprendedor por su cuenta y justamente esta sección es la fase 3: hacer el plan de negocios).

Les voy a poner tiempos estimados a cada fase, pero lógicamente esto puede variar de un caso a otro.

Fase

Necesidad de tiempo

Necesidad de Dinero

 Dedicación Fulltime

Gestación de la idea

1 semana

$0

NO

Evaluación numérica (Excel)

1 semana

$0

NO

Plan de Negocios

2 semanas

$0

NO

Prototipo

Validación del Prototipo

1 – 12 meses (dependiendo del proyecto)

$ 50.000 a $400.000 Inversionista ángel o fondo concursable de Gobierno (CORFO en Chile)

Recomendable

Primera fase de Crecimiento

Expansión en el país

1 – 2 años

$400.000 a $5.000.000

Venture Capital Local

SI

Segunda fase de Crecimiento

Expansión en la región

Varios años

$5.000.000 a $15.000.000

Venture Capital internacional

SI

La sección “G” del plan de negocios que se presentará al inversionista ángel, llamado Fases de ejecución del proyecto se debe describir en detalle la fase 4, el Prototipo y los parámetros de evaluación y validación del prototipo. Las fases 5 y 6 (crecimiento en el país y crecimiento en la región) no es necesario explicarlas en detalle, ya que se deberían dar por explicadas al dar los datos del mercado potencial en la sección “E” del plan de negocios, llamado Descripción del tamaño de mercado potencial. 

Fase 4: El prototipo

El prototipo debe ser la primera versión que conozca un público reducido de nuestro producto o servicio. Muchas veces los emprendedores nos equivocamos en determinar qué debe tener un prototipo de un proyecto. El objetivo del prototipo debe ser sólo uno: Validar el modelo de negocios. Esto significa, por ejemplo, que el prototipo en sí podría no ser rentable tomando en cuenta sus costos de desarrollo. Cuando nos imaginamos nuestro negocio en su versión final, sabemos que tendrá muchísimas funcionalidades, pero es fundamental determinar cuáles de estas funcionalidades deben estar en el prototipo. El prototipo debe tener la menor cantidad de funcionalidades, pero estas deben ser suficientes para validar el modelo de negocio. El prototipo se debe desarrollar de la forma más rápida y económica posible. 

Una forma muy buena de determinar qué características debe tener un prototipo es hacer primero una lista exhaustiva de todas las funcionalidades que tendrá el producto o servicio en su versión final. Seguramente será una lista muy larga. Luego, se deben ir tachando todas las características que sabemos (por experiencia o por otro negocio) que se cumplirán. Esas características no son necesarias en el prototipo.

Supongamos que tu idea es hacer una bebida con buenas cualidades alimenticias, con ingredientes 100% naturales,  que tiene pocas calorías y un excelente sabor. El producto o proyecto final probablemente contará con muchas características, pero iré tachando aquellas que no son necesarias en el prototipo:

  1. Contar con una planta de fabricación
  2. Tener un display en la botella realmente atractivo
  3. Contar con una campaña de marketing y posicionamiento de marca
  4. Contar con un distribuidor que haga la logística a los distintos supermercados
  5. Tener un sitio Web y presencia en las redes sociales donde se promociona la bebida
  6. Certificar que la bebida cuenta con las características alimenticias prometidas
  7. Saber que esa bebida será preferida sobre otras opciones por un porcentaje importante de los potenciales consumidores.
  8. Validar que los costos de producción en serie serán los estimados en el Excel

El plan de negocios debe incorporar en los costos y las estrategias a utilizar en los puntos 1 al 5 anteriores. Pero el prototipo puede consistir simplemente en hacer la bebida uno mismo en la cocina de la casa, validar sus propiedades alimenticias con un instituto certificador (punto 6)  y hacer distintos focus groups que permitan validar el punto 7. Obviamente, con la experiencia de haber hecho la bebida, se debe intentar validar el punto 8. Los puntos 1 al 5 han sido validados por las bebidas de la competencia.

Por lo tanto, lo que se debe presentar al inversionista ángel (o fondo del Gobierno) es que él financie el prototipo y que se establezcan los objetivos de validación del prototipo. En el ejemplo dado puede ser que la bebida tenga iguales o mejores características alimenticias que la competencia, haya sido preferida por al menos el 60% de las personas de los focus groups, y que los costos de fabricación proyectados permitan que su precio sea similar a los productos de la competencia.

El monto de dinero solicitado a un inversionista angel puede variar de un proyecto a otro, pero debería estar entre los US$50.000 y los US$400.000 dependiendo del proyecto. El emprendedor debería ofrecer al inversionista una participación de entre el 10% y el 20% de la compañía. Documentos títicos de este tipo de inversión se pueden ver en http://www.seriesseed.com/posts/documents.html

Si se elige y consigue un Fondo del Gobierno no reembolsable para el financiamiento del prototipo, lógicamente no es necesario entregar un porcentaje de la compañía.

Si se elige y consigue un inversionista ángel para el financiamiento del prototipo, este inversionista tiene que contar al menos con las siguientes 3 características fundamentales:

  1. Debe poder apoyar en la siguiente etapa de financiamiento.  Es decir, un inversionista ángel que tenga contactos con Venture Capital (VC) locales para conseguir el financiamiento de la etapa de crecimiento local.
  2. El inversionista ángel debe entender que su inversión es de alto riesgo
  3. Debe existir un buen feeling con el equipo emprendedor

Una cuarta característica deseable, pero no necesaria, es que el inversionista ángel tenga conocimientos en el área en donde se está emprendiendo, de tal forma que pueda apoyar con su experiencia al emprendedor.

Nota importante: Luego de completada la validación del prototipo, y si esta resulta favorable, la dedicación del equipo emprendedor debe pasar a ser completa para enfrentar la siguiente etapa de financiamiento: La búsqueda de un Venture Capital (VC) local

No deseo entrar en detalles de las negociaciones con un Inversionista ángel o un VC ya que eso da para todo un nuevo post del blog.

La idea de este post es demostrar que cualquier persona con una buena idea y la capacidad de ejecutarla puede emprender, que los riesgos de emprender son controlables y que los mecanismos de financiamiento existen, pero hay que saber cómo buscarlos.

Jul 01

Las Decisiones Estratégicas en la Vida y en Los Negocios

Cuando estaba en la universidad estudiando Ingeniería Civil Industrial, tuve la posibilidad de hacer un minor en cualquiera de las facultades. Hacer un minor consistía en que los 5 ramos electivos que tenía mi carrera se tomaran específicamente en un área específica de cualquier facultad distinta a la de Ingeniería. Yo elegí hacer un minor en Recursos Humanos en la facultad de Administración y Economía, porque quedaba en el mismo campus y me parecía que alguna vez podría ser útil.

Finalmente nunca terminé el minor. Hice los 2 primeros cursos, pero los 3 que quedaban nunca los pude tomar porque eran cursos que se dictaban sólo una vez cada un par de semestres sólo en un horario, lo que hizo imposible hacerlos calzar con mi horario de cursos de ingeniería.

Supongo que aprendí más de un concepto en esos dos cursos, pero si me preguntan qué aprendí específicamente, diría que aprendí sólo dos cosas

1) ¿Qué es la pirámide de Maslow?

2) ¿Qué es una decisión estratégica?

Quiero hablar de la segunda. Se habla mucho en negocios de estrategia y de decisiones estratégicas pero muchas veces no sabemos identificar una de ellas. Un profesor del segundo curso que hice en el minor (cuyo nombre no recuerdo y que no pude encontrar en el sitio web de la Universidad) dio en una frase la forma de identificar una decisión estratégica.

Lo estratégica de una decisión es directamente proporcional al costo de revertir esa decisión. 

Cuando me enfrento a decisiones en la vida diaria (estudios dicen que tomamos miles de decisiones cada día) y comienzo a pensar mucho al tomar una decisión, lo que hago es decir: “bueno, supongamos que decido la opción A, y que luego me doy cuenta que la mejor opción es la B, ¿cuánto me costaría revertir mi decisión?“. Cuando veo que el costo es bajo, me relajo y simplemente tomo la decisión.

Sin embargo, luego de pasar los años me di cuenta que al primer concepto, la irreversibilidad, es necesario agregarle una segunda dimensión.

Lo estratégica de una decisión es directamente proporcional al impacto que tendrá esa decisión en el largo plazo. 

Esto es mucho más difícil de evaluar. ¿Por qué? Porque si bien hay decisiones que sabemos a priori que serán de alto impacto, hay otras que no lo sabemos.

Por ejemplo, cuando hablamos de matrimonio o de tener hijos sabemos, antes de tomar estas decisiones, que probablemente serán de gran impacto en nuestras vidas. Sin embargo, en la vida muchas veces tomamos decisiones que creemos que son triviales en su momento pero que luego, al mirarlas en perspectiva, nos damos cuenta que tuvieron un impacto gigante en el largo plazo de nuestras vidas.

Hay un video muy bueno de Steve Jobs en donde habla en la universidad de Stanford, donde cuenta 3 historias. En una de ellas dice que “es imposible unir los puntos de nuestra vida hacia adelante, uno solo puede unirlos hacia atrás“. Da el ejemplo de que cuando estaba en la universidad (de la cual luego se retiró), tomó por gusto un curso de caligrafía y que ese curso, muchos años después, ayudó a que el Macintosh sea el primer computador que tenía fuentes de letras atractivas.

Cuando miro mi vida en perspectiva y comienzo a unir los puntos hacia atrás, me doy cuenta que he llegado hasta este punto con una mezcla de decisiones. Muchas de ellas que sabía en su momento que eran estratégicas y muchas de ellas de las cuales nunca pensé en el momento que las tomé que serían tan estratégicas: tan irreversibles y sobre todo, que tendrían tanto impacto en mi vida. También están aquellas decisiones en las que recuerdo haber estado sumamente nervioso al tomarlas ya que pensaba en su momento que eran muy relevantes, pero que luego, al mirarlas en perspectiva me pregunto, ¿por qué eso me preocupó tanto en ese momento?

Luego de analizar mucho el tema de las decisiones estratégicas me di cuenta que la mejor forma de tomar todas las decisiones es pensando mucho más con el corazón que con la cabeza y siempre tratando de dejar el egoísmo de lado. Es increíble, pero así es… siempre que recuerdo haber tomado una decisión con el corazón, la decisión finalmente fue buena, tal vez no se vio el resultado a la semana ni al mes, pero luego de años me di cuenta que fue la decisión correcta.